Simon the Sorcerer Origins es un homenaje directo a los clásicos del point and click, esos juegos donde lo importante no era disparar, sino pensar, reír y perderte entre puzzles imposibles.
Desarrollado por Smallthing Studios, este título celebra los 30 años del juego original lanzado en 1993, contando los inicios del joven y sarcástico Simon, que debe abrirse paso por pantanos, tabernas y escuelas de magia para regresar a su mundo.
Todo con un control sencillo, un inventario ágil y el mismo humor descarado que hizo famosa a la saga.
La fórmula se mantiene fiel al pasado: recoger objetos, combinarlos, charlar con personajes excéntricos y resolver acertijos.
Pero hay un toque nuevo de magia, literalmente hablando.
Simon puede usar distintos sombreros mágicos y conjuros que cambian el efecto de los objetos, dando lugar a soluciones ingeniosas (y a veces desesperantes).
Algunos puzzles son tan enrevesados que te harán rascarte la cabeza, pero esa es parte de su encanto retro.
Para suavizar la experiencia, el juego incluye viajes rápidos, un diario de objetivos y autoguardado, aunque los verdaderos fans del género sabrán que la satisfacción está en descubrir cada pista por uno mismo.
Simon the Sorcerer Origins a nivel visual
En lo visual, el juego brilla con una estética cartoon pintada a mano, inspirada en los clásicos de Disney con un toque europeo.
Simon está más expresivo que nunca: guiños al jugador, bromas sobre la cultura pop y una energía que rompe la cuarta pared constantemente.
A eso se suma un doblaje original en inglés con Chris Barrie, la voz de siempre, y una banda sonora que revive la mítica melodía de la serie.
Para completar el viaje nostálgico, se pueden activar filtros tipo tele de tubo o VHS, y los veteranos reconocerán rostros y referencias del pasado, incluido el retorno de Sórdido, el villano original.
En duración, la aventura ronda las 5 horas, aunque resolver todos los enigmas puede extender el viaje mucho más.
Al final, Simon the Sorcerer Origins es justo lo que promete: una aventura mágica, divertida y deliciosamente noventera, pensada para quienes creen que los juegos también pueden ser ingeniosos, absurdos y llenos de alma.
Con información de Hobby consolas.
