En 2005 el videojuego 50 Cent: Bulletproof vendió más de 1,12 millones de copias en Estados Unidos, de acuerdo con datos del NPD Group. El título transformó al rapero en protagonista de un universo digital que mezclaba música, violencia y estética cinematográfica.
Concebido en once meses por Genuine Games, el proyecto nació como una propuesta de “James Bond negro”, con el objetivo de posicionar a 50 Cent como un héroe de acción. El resultado fue un shooter lineal con mecánicas de cobertura, ritmo frenético y una narrativa impulsada por cinemáticas escritas por un guionista de The Sopranos.
El juego permitió al usuario avanzar acompañado de los integrantes de G-Unit, cada uno con destrezas propias. Lloyd Banks podía abrir cerraduras, Tony Yayo dominaba explosivos y Young Buck servía como apoyo armado. Eminem se incorporó como un detective corrupto y Dr. Dre como un excéntrico traficante, añadiendo rostros conocidos al reparto.
Sonido y estilo narrativo
Las misiones se desarrollaban al ritmo de una banda sonora compuesta por temas de 50 Cent, generando un contraste entre los tiroteos y la cadencia del hip-hop. La atmósfera reforzaba la idea de trasladar la identidad musical del artista a un entorno de videojuego.
Sigue con lo último publicado: UFO 50 aterriza en Switch con 50 joyas retro que revolucionan la nostalgia
Desarrollo acelerado y decisiones difíciles
El plan original buscaba un mundo abierto al estilo de GTA, pero la presión de tiempo obligó a simplificar. Entre las ideas descartadas destacó un “Sistema de Gestión de Pimp”, propuesta eliminada por considerarse excesiva incluso para la época.
Aunque obtuvo críticas mixtas y un 52 % en Metacritic, el título cultivó una base de seguidores leales. Su secuela Blood on the Sand expandió la fórmula en 2009, aunque con menor impacto comercial. Hoy la posibilidad de un relanzamiento se complica debido a los contratos musicales y de imagen que hicieron único el producto.
