La polémica alrededor de Call of Duty: Black Ops 7 ya dejó de ser ruido en redes: ahora se traduce en un terremoto interno en Activision.
La compañía reconoció públicamente la mala recepción del juego y anunció un giro sin precedentes que marcará el futuro de la franquicia.
En una publicación oficial del 10 de diciembre, Activision confirmó que pondrá fin a la fórmula que dominó la saga durante años: ya no habrá dos años seguidos con entregas consecutivas de Modern Warfare o Black Ops. La decisión llega tras la fría respuesta del público hacia Black Ops 7, que muchos usuarios calificaron como una entrega repetitiva y poco innovadora.
“Sabemos que no hemos cumplido con las expectativas de algunos jugadores, pero vamos a corregir el rumbo”, señala el comunicado. La empresa explicó que su idea con esta entrega era recuperar la esencia de Black Ops 2, pero reconoce que el resultado no logró conectar como esperaban.
Aun así, Activision invita a los jugadores a probar el juego y no dejarse llevar por los comentarios negativos que dominan redes sociales.
En Metacritic, la entrega cayó a un promedio de 66-67 puntos, mientras que la calificación de usuarios se desplomó hasta un 1/10. Una recepción histórica… pero por lo malo.
El fin de los lanzamientos consecutivos
Activision aseguró que, a partir de ahora, cada juego anual ofrecerá experiencias realmente únicas y no simples variaciones de una fórmula conocida.
La compañía detallará sus nuevos planes próximamente, pero adelantó dos medidas inmediatas para recuperar la confianza:
Fin de semana gratuito de Multijugador y Zombis la próxima semana.
Nuevo contenido de temporada para mantener vivo a Black Ops 7 durante todo 2025.
¿Por qué Black Ops 7 cayó tan mal?
La mala recepción tiene varias capas. Para empezar, años de decisiones criticadas por los jugadores —precios altos, micropagos agresivos o la pérdida de skins entre Warzone 1 y 2— han erosionado la confianza en la marca. Aunque Black Ops 7 no repite todos esos errores, la reputación pesa.
La llegada del juego a Game Pass también complicó la ecuación. El incremento de precio del servicio antes del lanzamiento habría reducido la base de jugadores y, por ende, los ingresos por microtransacciones.
Analistas estiman que Black Ops 6 perdió hasta 300 millones de dólares por el cambio de estrategia.
A esto se suma una competencia más dura que nunca. En 2025 debutan Battlefield 6 y nuevos títulos como Arc Raiders, que han captado la atención del público con propuestas más frescas.
Pero quizá el factor más importante es la fatiga.
La franquicia lleva 20 años con lanzamientos anuales, y Black Ops 7 es ya la octava entrega de su subserie.
Su cercanía con Black Ops 6, estrenado apenas un año antes, hizo que para muchos jugadores se sintiera demasiado similar.
Un punto de ruptura para Activision
Aunque Black Ops 7 ha recibido mejoras significativas desde las primeras versiones jugables, muchos fans lo perciben como un parche reactivo más que como una evolución natural de la saga. Y el mercado de FPS este año no perdona.
Para algunos especialistas, este golpe era inevitable: Call of Duty necesitaba un respiro.
Varios jugadores sugieren lanzar nuevas entregas cada dos años y aprovechar los periodos intermedios para remasterizaciones, un modelo que ya ha funcionado para Modern Warfare 1 y 2.
Lo cierto es que Activision enfrenta el mayor desafío en la historia de su franquicia insignia: salvar a Call of Duty de la saturación y recuperar a sus seguidores.
Lo que ocurra en los próximos meses será clave para definir el futuro de una de las sagas más importantes de los videojuegos.
Con información de Meristation.
