Game Pass, el popular servicio de suscripción de Xbox que muchos jugadores describen como un “buffet infinito de videojuegos”, vuelve a estar en el centro del debate.
Aunque para los usuarios representa una oportunidad única de acceder a estrenos día uno y un catálogo casi ilimitado, detrás de la abundancia hay voces que advierten: este modelo podría estar perjudicando a quienes crean los juegos.
Pete Hines, ex vicepresidente senior de marketing y comunicación en Bethesda, lo dijo sin rodeos en una entrevista con DBLTAP: los servicios de suscripción “no valen nada” si no se compensa de forma justa a los desarrolladores.
Según Hines, existe una tensión peligrosa entre las necesidades de la plataforma y las de los creadores.
“Si no se logra equilibrar las necesidades del servicio con las de quienes proporcionan el contenido, sin el cual la suscripción no vale nada, entonces se tiene un verdadero problema. Esa tensión perjudica a mucha gente, incluidos los propios creadores”, señaló (vía IGN).
Pero Hines no está solo.
Shannon Loftis, exdirectora de Xbox Game Studios Publishing y vinculada a la saga Age of Empires, respaldó sus palabras en un post de LinkedIn.
Según Loftis, aunque Game Pass ha dado visibilidad a juegos que de otra forma habrían pasado desapercibidos, la realidad es que “la mayor parte de la adopción de juegos en GP se produce a costa de las ventas tradicionales, a menos que el título esté diseñado desde cero para monetización posterior al lanzamiento”.
El debate no termina ahí. Shawn Layden, exjefe de PlayStation, también intervino en la discusión con una pregunta clave: ¿es Game Pass saludable y útil para los desarrolladores?
Por ahora, el servicio sigue siendo un éxito entre jugadores de PC y consola, pero las dudas sobre su sostenibilidad a largo plazo crecen cada vez más.
La pregunta ya no es solo si Game Pass es bueno para los usuarios, sino si realmente lo es para quienes hacen posible que existan los juegos.
Con información tomada de 3D Juegos.
